Las pastillas anticonceptivas han supuesto un gran avance a la hora de controlar la natalidad no deseada, ya que, a día de hoy, un elevado número de mujeres la toman a diario para evitar el embarazo.
Estas píldoras tienen muchas ventajas, puesto que te aseguran la posibilidad de tener relaciones sexuales con mucha más seguridad que otros métodos, como también es recetada por muchos ginecólogos para regular la menstruación en las mujeres. Pero no todo son beneficios, en muchos casos, hay mujeres que presentan efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas como los que te queremos hablar en este artículo.
¿Qué encontrarás en esta sección?
Efectos negativos en las píldoras anticonceptivas
En este apartado te vamos a comentar los que para nosotros son los efectos a tener en cuenta que pueden darse si tomas las pastillas anticonceptivas. No ocurren en todas las mujeres, pero es importante que cuando vayas a tu médico para que te la receten, te cuente y te informe de todas ellas y cuál es la mejor pastilla anticonceptiva que puedes tomar para que tu cuerpo, ni tampoco tu salud, salgáis perjudicados.
Manchado intermenstrual
El primero de todos es uno que suele ser el más común entre todas las mujeres que se toman la píldora y es que entre que se tiene un periodo menstrual y otro, suele haber un pequeño sangrado vaginal. No se trata ni mucho menos de un sangrado como cuando ocurre la regla, pero es cierto que puede causar problemas e incomodidad al notar dicho manchado. Se ha registrado y estudiado que durante los primeros meses de la toma es cuando más frecuente es esto, ocurriéndole al 50% de las mujeres. Cuando nos acercamos al medio año, este porcentaje suele ir reduciéndose considerablemente a tan solo un 10%. Igualmente, si has decidido tomarla y ves que durante una semana completa estás manchando, es muy aconsejable que vayas a tu ginecólogo y le comentes el problema.
Náuseas y vómitos
Otro de esos efectos característicos se encuentra cuando se empieza el tratamiento y se sienten náuseas o ganas de vomitar. Esto es algo que ocurre solamente al principio, y suelen ser muy leves sobre todo horas después de haberla tomado y has comido justo después. Existen casos en que las mujeres sienten este tipo de sensaciones en todas las comidas, aunque muy suave, desapareciendo casi al instante. De la misma manera, si la sensación fuese muy desagradable, durase demasiado en el tiempo y se vomitara constantemente, se debe ir al ginecólogo.
Senos sensibles
Muchas mujeres han experimentado que cuando toman la píldora anticonceptiva, sus senos se vuelven más sensibles al tacto, pudiéndole molestar o incluso doler cuando se ponen el sostén. Esto solo va a ocurrir en los primeros meses, ya que es cuando el cuerpo se tiene que acostumbrar al tratamiento, pero de todos modos siempre es aconsejable dejar de tomar en este periodo café o cafeína en general, ya que te ayudará a que se reduzca esta sensibilidad.
Dolores de cabeza
Cuando se comienza el tratamiento con pastillas anticonceptivas es muy común de que algunas mujeres más sensibles y propensas al dolor de cabeza sufran de este problema. Es una reacción de su cuerpo frente a este fármaco y se exterioriza de esta manera. Es algo que suele durar tan solo unas semanas, no llegando a sobrepasar el mes, ni tampoco a ocurrir todos los días mientras se toma. Por este motivo, si llevas varias semanas doliéndote la cabeza, y esta sensación te ocurre a diario, te recomendamos que pidas cita con tu ginecólogo.
Aumento de peso
Aunque no es algo que este científicamente probado, hay un gran sector femenino que comentan y afirman que la toma de la píldora hace engordar. Las explicaciones que se suelen dar al respecto es sobre todo que se sufre una retención de líquidos que es lo que hace que se sufra dicho sobrepeso, sobre todo en las zonas de las caderas y los pechos. Aunque es cierto que muchas mujeres empiezan a comer más y a descuidarse después de empezar con su tratamiento.
Alteración en el flujo vaginal
Las píldoras para no concebir hacen que la mujer experimente grandes cambios hormonales que van a dar pie a que se bloquee el embarazo, pero como puedes comprobar son muchos los efectos secundarios que se puede tener. Entre ellos está la modificación de la secreción vaginal común. En algunos casos se puede traducir en un aumento de la lubricación vaginal a la hora de tener las relaciones sexuales, como en otros casos una disminución y por lo tanto un coito menos placentero. Estas modificaciones en el flujo pueden dar pie a infecciones como por ejemplo la candidiasis, teniendo que ir al ginecólogo para que cambie el tratamiento.
Cambios de humor
El ginecólogo cuando te va a recetar las pastillas, te realizará una serie de preguntas en las que puede preguntarte si existe un historial con familiares que han sufrido depresión o algún tipo de trastorno emocional, como también si tú los has sufrido. Es importante contestar con suma sinceridad a todas las cuestiones ya que muchas píldoras, según la marca pueden hacerte experimentar estos cambios de humor tan fuertes, llegando a sentirte en un momento muy feliz, pero a los pocos segundos derrumbarte.
Pérdidas menstruales
Este es uno de los efectos secundarios de las píldoras anticonceptivas que menos suele darse, ya que gran parte de las mujeres empiezan dicho tratamiento no para evitar el embarazo, sino para que la regla se le regule ya que por diferentes motivos se descontrola y pueden llevarse meses sin menstruar. Las pérdidas menstruales se refieren a que de buenas a primeras se pierde la menstruación de ese mes. Es aconsejable dirigirse al ginecólogo sobre todo si suele ocurrir a menudo. Otros de los factores que no tienen nada que ver con el tratamiento puede ser el propio estrés de la vida diaria.
Disminución de la libido
La libido en la mujer está controlada por unas hormonas que también se van a encargar de que el embarazo no sea posible. Las píldoras afectan directamente a dichas hormonas, por lo que es muy habitual que se pierda el deseo sexual o que se vea reducido. Es posible también que otro tipo de factores puedan dar pie a este problema, por lo que si esta disminución se prolonga en el tiempo y el deseo es prácticamente nulo, se recomienda hablarlo con el ginecólogo.